El primer derby vasco se saldó con una victoria a domicilio para el Athletic de Bilbao por 1-2. El equipo local, entrenado por Philippe Montainer, no supo salir a comerse el partido desde el inicio, que más bien fue un inicio a trompicones debido al poco juego ofensivo que generaban los Donostiarras. En el minuto 33 Fernando Llorente inauguró el marcador de Anoeta con un tanto al rematar con pierna derecha el balón dentro del área pequeña Realista ante la impasibilidad de los centrales blanquiazules. Al descanso, la sensación era de superioridad rojiblanca pero los locales no se rendirían tan fácilmente. Un enérgico comienzo de la Real en la segunda parte fue clave para que estos, anotaran el tanto del empate en una polémica jugada donde Iñigo Martínez en vez de devolver la pelota, chutó desde 54 metros la falta colándola por encima de Iraizoz que se encontraba un poco adelantado. La Real estalló junto a su afición en esos minutos de euforia y rozó al remontada al estrellar un balón en el palo por mediación de Griezmann y el posterior remate, en la misma jugada, de Agirretxe que obligó a el guardamenta del Athletic a realizar una gran parada. El cansancio fue haciendo mella poco a poco en los jugadores y llegado el minuto 69 Fernando Llorente, de nuevo, aprovechó un nuevo despiste de los centrales para superarlos y estirar la pierna para rematar un centro de Javi Martínez ante el que nada pudo hacer Claudio Bravo. Apartir de ese gol, la Real jugó totalmente desmoralizada y el camino en la búsqueda del empate se puso totalmente cuesta arriba. Dominio total del Athletic apartir del segundo tanto por su parte hasta el pitido final.
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